Adiós a los pañales

Queridos papás y mamás:

Tu hijo/hija se está haciendo mayor y su maduración y crecimiento físico requieren en él ciertos cambios para su desarrollo, tanto en la alimentación como en el control de sus esfínteres.

Dejar el pañal será un paso muy grande e importante para tu hijo/hija  por lo que la familia y la escuela debemos  estar coordinados y cerca de ellos para apoyarlos/as. Normalmente entre los 2 y 3 años es la edad en la que los pequeños pueden expresar y decir lo que requieren pero sólo ellos sabrán cuando es el momento.

La primavera-verano es la mejor época para enseñarles a dejar es pañal ya que el buen tiempo acompaña a tantos cambios de muda y la sensación de mojarse no es tan molesta y/o perjudicial.

Desde la Escuela Novaschool San Pedro, cada tutora de aula hará un seguimiento y control de cada uno de los niños para determinar en qué momento está preparado/a para proceder a este cambio e informará y citará a la familia para guiar y establecer juntos los pasos adecuados a seguir.

Para incitar e iniciar al niño/a en el conocimiento del los esfínteres y su control os damos algunas recomendaciones:

•    Familiarizarlo con pequeñas historias o cuentos sobre el tema.
•    Ir con los adultos o algún hermano/a al baño, para despertar en ellos la curiosidad y el juego simbólico de imitar a los mayores.
•    Motivarl@ diciéndole que se está “haciendo mayor”, dejándole que elija su ropa interior y participando en actividades del día a día en casa.
•    Decirle, cuando le quitamos el pañal, que es lo que han hecho (pipi o caca) para que empiecen a discriminar e interesarse por sus actos.

¿Cómo puedo quitarle los pañales?

•    Explicarle que se quiere de él o ella, recordarle que os llame cuando tenga necesidad. Tenemos que enseñarle que de ahora en adelante sólo va a usar el pañal para ir a dormir la siesta y de noche.
•    Durante los primeros días anotaremos las horas en las que el niño/a suele orinar o hacer caca.
•    No le preguntéis constantemente si tiene caca o pipí, preguntarle si prefiere el orinal o el adaptador, ante cualquier signo es preferible sugerírselo “me parece que tienes ganas hacer pipí o caca”.
•    Establecer una rutina, llevándolo al cuarto de baño a intervalos regulares, no deben ser periodos superiores a dos horas, así los ayudaremos a prevenir situaciones de “peligro”, teniendo en cuenta que lo normal es que hagan entre ocho y diez veces pipí a lo largo del día.
•    No le obliguéis a sentarse largo tiempo en el orinal o el WC ni os mostréis impacientes
•    Si se le escapa el pipí porque está despistado jugando, no se lo tendremos en cuenta, pero si consigue aguantarse hasta llegar al lavabo, hay que felicitarlo.
•    Cuando el niño/a haga pipí o caca el  WC lo celebraremos con una alabanza. Si no, no pasa nada. Pero se puede decir que “otro día” o “la próxima vez” lo harás en el orinal o en el WC, Nunca debemos reñirle, ni compararlo con hermanas o otros niños/as. Recordar que cada niño/a tiene su propio ritmo.

Os proponemos que a partir del primer día en que haga pipí o caca en el wáter o el orinal, iniciar con ellos el siguiente juego, pegar el dibujo de la mascota del aula,  “PAPU” detrás de la puerta del baño y cada vez que consiga hacer sus necesidades en el wáter u orinal, pintará un trocito de las barriguitas de “PAPU”, para que el niño/a se vaya dando cuenta de sus propios progresos. Si se lo hace encima, no se le dará importancia y no se le tendrá en cuenta, pero no podrá pintarle la barriguita.

•    Si tenéis que salir de casa, preguntarle al niño/a, si quiere ir al baño pero nunca ponerle el pañal, aguantará sus necesidades esperando este momento de ponerle el pañal. Llevar ropa de cambio y  recordarle “creo que tienes ganas de hacer pipí”.
•    Después de haber hecho pipí o caca es bueno enseñarles a adquirir hábitos como limpiarse con el papel, tirarlo a la papelera, tirar de la cadena y lavarse las manos.
•    Se debe controlar también un poco la dieta y vigilar que no sea demasiado diurética y que no beba demasiado líquido, sobre todo antes de ir a la cama. El control de esfínteres durante la noche se logra generalmente en un momento posterior.

Maribel Labajos

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