Debes elegir el momento adecuado, una época en la que tú tengas tiempo y paciencia para apoyar a tu hijo/a en esta difícil tarea para él/ella y lo primero es asegurarse que tu hijo/a está preparado para dar este paso. La edad indicada es entre los 12 y los 24 meses, cuando el niño/a empieza a separarse de la madre y a encontrar satisfacciones en otras actividades, como el juego. Hay que tener en cuenta y evitarse que coincida con el período de adaptación a la Escuela Infantil. Para ello habla con el niño/a y recuérdale que ya es mayor, que ya va a la escuela y que no necesita chupete.
Podéis ponerle metas al niño/a, como por ejemplo usar el chupete solamente para dormir, y prémiale por conseguir estos propósitos. Una vez has decidido quitarle el chupete a tu hijo/a, comunícaselo y preparándole con tiempo para el acontecimiento, inícialo al cambio motivándolo con cuentos, juegos, planteándole que se hace mayor, que sus papás o hermanos mayores no tienen chupetes, etc. Una buena técnica es hacerle creer que el chupete un buen día desaparece por sorpresa contándole una misteriosa y fantástica historia.
Prepárate para soportar su crisis y no ceder: llegarán momentos en el que el niño/a llorará y pedirá el chupete desesperadamente. Lo pedirá insistentemente, pero tendrás que ser fuerte porque una vez dado el paso, no deberás volver atrás. Le puedes poner un sustituto del chupete: El niño/a debe ser gratificado con otra cosa, para demostrarle que ha sido mayor y merece cosas de “adulto”.
No olvides comunicarlo al centro infantil para que tengan constancia y te ayuden a continuar el trabajo.
No te sorprendas si, una vez le has quitado el chupete, tu hijo/a no muestra ningún interés por él; puede darse el caso de que sentirse mayor sea para él más importante que la renuncia a un objeto tan querido.
Se debe evitar las comparaciones con otros amiguitos/as que han dejado los chupetes ya que cada niño/a tiene su ritmo.
Si por la noche está acostumbrado/a a dormirse con el chupete, se introducirá un nuevo ritual para que sea agradable y no se acuerde del chupete: una nana, un cuento, o algo para quedarse dormido.
Os animo a todas a dar este pequeño (para nosotros) y gran paso (para ellos) en la vida de vuestros hijos/as ya que a corto plazo lo agradeceréis y la dentadura de vuestros pequeños que en continuo desarrollo está también, para ello siempre podéis contar con la ayuda de los profesionales en los que está a cargo vuestros pequeños/as en la Escuela Infantil Novaschool San Pedro.
Sara del Río